¿CUÁN DURO SERÁN LOS ROBOTS AL TRABAJAR?
En los almacenes, centros de atención telefónica y otros sectores, las máquinas inteligentes manejan humanos y hacen que el trabajo sea más estresante, agotador y peligroso.
En las etapas de la conferencia y en las manifestaciones de campaña, los ejecutivos de tecnología y los políticos advierten sobre una inminente crisis de automatización, una en la que los trabajadores son gradualmente reemplazados por máquinas inteligentes. Pero sus advertencias enmascaran el hecho de que ya ha llegado una crisis de automatización.
¿Que tipo de advertencias debemos de tener?
Estos sistemas automatizados pueden detectar ineficiencias que un gerente humano nunca detectaría: un momento de inactividad entre llamadas, un hábito de quedarse en la máquina de café después de terminar una tarea, una nueva ruta que, si todo va perfectamente, podría recibir algunos paquetes más en un día. Pero para los trabajadores, lo que parecen ineficiencias para un algoritmo fueron sus últimas reservas de respiro y autonomía, y a medida que estos pequeños descansos y libertades menores se optimizan, sus trabajos se vuelven más intensos, estresantes y peligrosos.
¿Que ha pasado en los últimos meses?
En los últimos meses, he hablado con más de 20 trabajadores en seis países. Para muchos de ellos, su mayor temor no es que los robots puedan venir para sus trabajos: es que los robots ya se han convertido en su jefe.
En pocos sectores, los peligros de la gestión automatizada son más evidentes que en Amazon. Casi todos los aspectos de la administración en los almacenes de la compañía están dirigidos por software, desde cuando las personas trabajan hasta qué tan rápido trabajan y hasta cuando son despedidas por quedarse atrás. Cada trabajador tiene una «tasa», un cierto número de elementos que tienen que procesar por hora, y si no lo cumplen, pueden ser despedidos automáticamente.